miércoles, 27 de mayo de 2009

Emergiendo del pasado

Paseando por la Calle Alcalá me di cuenta de que han comenzado unas obras -otras más en las que siempre está sumida la ciudad sin saber con qué fin- que han dejado al descubierto adoquines y rieles de los antiguos tranvias de Madrid de finales del S. XIX y principios del S. XX.



Me da por pensar la vida que vieron estos hierros que estos días están siendo pisoteados por todos los transeúntes, los cuales ni siquiera se paran a pensar que están pasando por encima de años de acontecimientos quizá llevándose pegado en la suela del zapato un trocito de historia.


¿Qué pensarán nuestras vias del Madrid caótico y frenético con el que se acaban de reencontrar casi cincuenta años después? ¿Querrán volver a sumergirse en la profundidad del olvido?

Como siempre digo..."Si las piedras hablaran..."


Calle Alcalá antes de 1891


Calle Alcalá en 1930


Calle Alcalá durante la guerra civil


Calle Alcalá el 29 de Marzo de 1939. Fin de la guerra.


miércoles, 20 de mayo de 2009

Milimetros miméticos

Pensaba que Tecla era su nombre,
pero dice ella que no,
que ese mote se le puso el hombre.

Yo prefiero que me trates de usted,
me dice la araña toda orgullosa
mientras teje su red.

¡Vaya, vaya señora araña!
¡Qué manera de tejer!
Me parece usted la caña.

No te creas, es todo instinto,
por cierto niña
¿quieres ver algo distinto?

¡Claro que sí! ¡Por supuesto!
Espere que voy por las gafas
deléiteme usted, ¡insisto!

Y debajo de una rama mojada,
corre que te corre,
se queda ella camuflada.

¿Oiga?¿Dónde ha ido?
¡Por favor vuelva señora araña!

No estoy, vete, lárgate,
me he ido de España.

Pues yo la estoy viendo,
no mienta usted,
¿de mi se está riendo?

Es que me he asustado,
perdóname,
¿qué es eso que hasta mí has acercado?

¡Ah! Es para filmarla,
no se preocupe usted,
no pretendía dañarla.

Menos unos pocos,
los humanos haceis cosas raras,
estáis todos locos.

¿Es mucho más chulo,
insinúa usted,
echar hilos por el culo?

Guapa sin faltar,
que como te pases un pelo,
me vuelvo a camuflar.

No sea usted tan belicosa,
¡si yo sólo quiero filmarla
y hacerla famosa!

Te voy a dar el gusto,
acepto,
pero no me des otro susto.

Ésto fue lo que acabó de pasar,
Doña araña se puso a tejer,
y Mamen su vídeo pudo colgar.




Pena que el vídeo pierda tanta calidad cuando se cuelga, pero es muy curioso ver a una araña tejer, con qué precisión ( y sin regla con qué medir) en movimientos rápidos va tirando hilos y uniéndolos con los otros. Ahí justo cuando volvía el culo hacia arriba soldaba (no, no es que esté bailando) y así una vez y otra vez en vueltas concéntricas hasta llegar al centro. Parece que ni les cuesta trabajo. Me maravilla, pero claro, no es de extrañar en mí, que me puedo entretener con una mosca.


Para dar más categoría al post y al poema estilo Gloria Fuertes tan divino que me ha salido, cuelgo esta foto de mi compañero, que es la que da título a la entrada.


"Milimétros miméticos" de Araña saltarina

lunes, 18 de mayo de 2009

Abejarucos. Pinceladas de color en el aire

Hay un pulmón verde en el sur de Madrid, llamado Parque Polvoranca, donde se pueden observar diversas especies de aves.




Es una zona de recreo, donde van las familias con los niños a pasar el día, gente a hacer footing, a pasear con el perro, a atiborrar de pan a los patos y peces (cosa que está prohibidísima allí, pero que no sé por qué la gente se empeña en hacer) y otros (los menos) a observar aves, ya que tiene una ribera perteneciente al Arroyo de la Recomba y unas lagunas en estado medio salvaje, nada que ver con el estanque artificial en que convirtieron lo que en su día también era un humedal estacional llamado la Laguna Mari-Pascuala, donde suelen parar aves que nos visitan en distintas estaciones del año como los cormoranes y determinadas especies de gaviotas.

Este parque se asienta sobre terrenos que ocupó el pueblo de Polvoranca, del que ya sólo quedan restos de su ermita en ruinas que acabará por caerse entera si no lo remedian.


Un cartel ante ella reza así en referencia a la descripción del pueblo:
"Tierra fría y llana; pobre de leña y de pan, de vino mediana, de ganado no iba mal"


Alrededor de ella se levantaba el pueblo desde los S XVI al XIX pero fue asolado por la peste y sólo quedó de él la ermita de San Pedro y cimientos de casas señoriales. Excavaciones han revelado enterramientos humanos. Como veis, un lugar con historia.

En un día muy nublado nos decidimos a dar una vuelta por allá, y lo que más me ilusionó fue descubrir una colonia de abejarucos, aves con unos colores espectaculares a los que ni la luz del día ni las fotos hacían justicia. Nunca los había visto tan cerca de la ciudad (quizá porque no los había buscado) siempre en el monte, así que me sorprendió gratamente. También descubrimos sus nidos que excavan en forma de galería.



Nos visitan en primavera y verano. Lo más curioso es que ciclistas y paseantes pasaban por debajo de ellos y ni se fijaban en estas preciosas y coloridas aves que sobrevolaban sus cabezas.



NOMBRE: ABEJARUCO COMÚN
NOMBRE CIENTÍFICO: MEROPS APIASTER
ORDEN: CORACIIFORMES
FAMILIA: MEROPIDAE
GÉNERO: MEROPS
ALIMENTACIÓN: INSECTÍVORO (PRINCIPALMENTE ABEJAS)
DÍA DE OBSERVACIÓN: 10 MAYO 2009
LUGAR DE OBSERVACIÓN: PARQUE POLVORANCA. LEGANÉS. MADRID.
BIOTOPO DE LA OBSERVACIÓN: TALUDES Y ARBOLEDA DE RIBERA.
No me resisto a enseñaros realmente cómo es el color de los abejarucos, lo hago en esta foto que tomo prestada de Wikipedia.



Hace muchos años un naturalista realizó un estudio sobre su coloración, llegando a la conclusión de que todos los colores excepto el rojo estaban presentes en su plumaje, ¡pero no penséis que le falta! ya que sí está presente en el iris de los ojos de los adultos. Si es que lo tiene todo. Una preciosidad.

martes, 5 de mayo de 2009

Coimbra en verde

Me quedó pendiente una entrada dedicada a los parques de Coimbra, que fue de lo que más me gustó.

La ciudad tiene un hermoso Jardín Botánico, pero abierto al público solamente una muy pequeña parte de su totalidad, al menos cuando yo lo ví, una pena no poder verlo entero.






Jardín Botánico

Tiene otro parque hermoso llamado Parque de Santa Cruz o Jardín de la Sirena que tampoco pude ver en su totalidad pues anochecía y comenzó a llover a cántaros, me traje sólo alguna fotillo.


Parque de Santa Cruz

Sin embargo para mí el más espectacular es la Mata do Choupal en la entrada de la ciudad, donde se puede ir andando perfectamente y que la mayoría de los turistas no visitan porque seguramente ni saben de su existencia, pero los portugueses van a menudo a correr y pasear.




Manglares de la Choupal

Adornada por el rio Mondego, es enorme en extensión y además salvaje, que es lo que más me gustó.


Rio Mondego a su paso por la Mata do Choupal

En cuanto te adentras por senderos y dejas el paseo principal no parece un parque cercano a una ciudad. Te puedes hacer a la idea de que andas por el monte, que es seguramente lo que era antes de tener construcciones tan próximas.






Choupal

Allí nos pudimos deleitar con los vuelos de lo que yo supongo que son milanos negros, que alguien me corrija si me equivoco. Había muchísimos. Los vimos luchar espectacularmente en el aire, transportar ramas para los nidos e incluso copular sobre alguna rama. Ya se sabe que la primavera la sangre altera, y es ésta época de cortejos, nidos y crias.


Panza arriba preparado para el ataque

Nuestro error fue no llevar el objetivo fotográfico adecuado porque no pensábamos que nos íbamos a encontrar con esas escenas, si no, las fotos hubieran quedado de lujo para una vez que los podíamos observar tan cerca.


Más disputas
Finalmente un paseito por el Parque Dr. Manuel Braga, ya en la misma ciudad de Coimbra, tampoco viene mal, otra vez a orillas del Mondego, donde puedes disfrutar de sus terracitas y de curiosos puentes que unen una orilla con otra.






Más sobre Coimbra en este blog:
Coimbra
Biblioteca Joanina